Is there a limit between pornography and art? Can you create art using pornography?

Under the pseudonym Annie Max, artists Landry A. and Luna Tristá present their vision of pornography, deconstructing it and separating it from its categorization as obscene. The series of photographs and video art in their project Not Only Fan, showcased at the NFT Festival in Barcelona, was created from screenshots of live streams on adult content platforms. Through continuous research, the artists delve into the explicit adult material shared on social media. Without distorting the foundation of its sexual content, they transform the selected images, adapting them to their vision of pornography/eroticism, without censoring their explicit nature. In this way, they create a visual and conceptual space where pornography and art are not opposites, but possibilities in dialogue, merging the raw impact of the explicit with the subtlety of artistic intent.

Not Only Fan proposes a direct dialogue between pornography and art, questioning the boundaries that traditionally separate them. Here, eroticism becomes a statement about identity and freedom, reconsidering the role of eroticism in contemporary artistic discourse.

¿Existe límite entre pornografía y arte?. Se puede crear arte sirviéndose de la pornografía?

Bajo el seudónimo de Annie Max, los artistas Landry A. y Luna Tristá exponen su visión del porno, deconstruyéndolo y separándolo de su categoría de lo obsceno.

La serie de fotografías y videoarte de su proyecto “Not Only Fan”, expuesta en el Festival de NFT en Barcelona, fue creada a partir de capturas de pantalla de transmisiones en directo en plataformas de contenido para adulto. Mediante una constante investigación, los artistas profundizan en el material explícito para adultos compartido en las redes. Sin distorsionar la base de su contenido sexual transforman las imágenes seleccionadas, adaptándolas a su visión del porno/erótico, sin censurar su naturaleza explícita. De este modo, generan un espacio visual y conceptual en el que la pornografía y el arte no son antónimos, sino posibilidades en diálogo, fundiendo el impacto crudo de lo explícito con la sutileza de la intención artística.

“Not Only Fan” propone un diálogo directo entre la pornografía y el arte, cuestionando los límites que tradicionalmente los separan. Aquí, el erotismo se convierte en una declaración sobre la identidad y la libertad, reconsiderando el lugar del erotismo en el discurso artístico contemporáneo.